Gemelos digitales

¿Qué pasaría si pudieras tener una copia virtual de ti mismo que se pueda utilizar para entrenar doctores, probar nuevos medicamentos e incluso predecir la evolución de tu salud?

¡Pues ya existe! 

La simulación es una técnica que ha sido utilizada desde hace siglos para lograr distintos objetivos, desde predecir la funcionalidad de un proyecto, probar condiciones o incluso como modelo pedagógico. Las maquetas físicas de ciudades, edificios y barcos son ejemplos de simulaciones. También los juegos de rol para el aprendizaje. Más recientemente existen incluso simuladores de vuelo y de conducción.  

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En 1991, David Gelernter publicó un artículo titulado Mundos espejo o El día en que el software coloca el universo en una caja de zapatos: cómo sucederá y qué significará. En este ensayo, el científico de la Universidad de Yale plantea un posible futuro donde existe un programa informático que hace una réplica exacta del mundo real.

Sabemos que esto no es ciencia ficción. Hoy tenemos modelos 3D de objetos, el mapa del mundo entero y podemos realizar la visita virtual de un museo que está a miles de kilómetros de distancia, incluso en tiempo real.

Sin embargo, lo fascinante del artículo de Gelernter, es que las interacciones realizadas a través de la réplica tienen efecto en el mundo real. 

A este artículo se le atribuye la concepción de lo que hoy conocemos como gemelos digitales. 

Aunque, acorde con información de Wikipedia, el concepto se creó formalmente hasta 2002 aplicado al campo de la manufactura, el término gemelo digital se utilizó por primera vez en 2010 por un integrante de la NASA. La agencia espacial utiliza desde hace algunos años gemelos digitales para simular el comportamiento de las aeronaves.  

Si los gemelos digitales se han usado de manera frecuente desde hace más de 10 años, ¿por qué han ganado tracción recientemente? Pues esto se debe al desarrollo del Internet de las Cosas (IoT), que ha logrado que dispositivos de uso diario como cepillos de dientes, refrigeradores y automóviles puedan utilizar sensores para recopilar datos y responder de forma inteligente a los usuarios. 

Jose Pablo Zurdo, articulista, define un gemelo digital, como “un sistema informático programado de tal forma que, al recibir las mismas entradas que experimenta el objeto o proceso físico del que es gemelo, proporciona las mismas salidas”. Gracias al IoT, los gemelos digitales reciben y procesan información de los objetos físicos a través de sensores para conocer su comportamiento, ensayando cambios en su contraparte digital antes de aplicarlos en el objeto físico. 

En el sector de la salud, se pueden crear gemelos digitales de pacientes o de órganos de pacientes. Esto habilita a los doctores para simular tratamientos o procedimientos antes de realizarlos en las personas. A través de wearables se recopila información del paciente real y se informa al gemelo digital. 

En el Health Innovation Village, una incubadora de empresas de tecnología de la salud con sede en Helsinki, ya se está trabajando en un gemelo digital que puede ser entrenado utilizando datos del paciente real y se pueden probar diferentes tratamientos, medicamentos y procedimientos en el gemelo digital para predecir su efectividad y la evolución de la salud de la persona. Esto proporciona a los médicos una herramienta poderosa para mejorar la precisión de los tratamientos y tomar decisiones informadas.

Los gemelos digitales también pueden ser utilizados para predecir la evolución de la salud en función de diferentes variables y escenarios. Por ejemplo, se pueden simular cambios en el estilo de vida, condiciones ambientales o el efecto de nuevos medicamentos para evaluar cómo podrían afectar la salud a largo plazo.

También se pueden utilizar en el ámbito de la administración hospitalaria. Por ejemplo, un administrador de hospital podría recorrer todo un complejo médico a través de una computadora de escritorio. Cambiando las condiciones y simulando escenarios posibles para encontrar las mejores soluciones. 

Sin duda, los gemelos digitales están allanando el camino hacia una medicina personalizada, basada en datos precisos y respaldada por la potencia de la tecnología. Este emocionante avance nos da la esperanza de una atención médica más efectiva, segura y centrada en el paciente, tanto en el mundo virtual como en el físico.

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